Los sistemas VEM PL800/BF1 están especialmente diseñados para trabajos en plano, para en superficies desde 400 a 800 mm, sin desniveles, y velocidades de entre 1 a 10 m/min. Es imprescindible el uso de un equipo de nitrógeno, capaz de generar 240 l/min.
El equipo está provisto de controles de seguridad y funcionamiento modificables según condiciones de uso y dispone de un puerto Ethernet para la comunicación remota con nuestro servicio técnico.
Longitud | 560 mm |
Ancho | 455 mm |
Alto | 500 mm |
Peso ( Kg) | 32 Kg |
Tensión ( V) | 220V ac |
Potencia (W) | 2200W |
Potencia máx (W) | 2200 W |
Frecuencia: | 18-25kHz |
Presion Fuente de Gas: | 1,5 a 2,0 Bar |
Consumo de Gas: | 150 l/min a 2.0 Bar |
Rango Temp. De Trabajo: | 10ºC y 50ºC |
Humedad Relativa: | <93% |
Velocidad de trabajo: | 1-10 m/min |
Tipo de Gas: | Nitrógeno |
TECNOLOGIA DEL PLASMA
El plasma se basa en un simple principio físico. A través de aportación de energía se cambia el estado de la materia: de sólido a líquido y de líquido a gaseoso. Si al gas se aporta energía adicional, éste se ioniza, es decir, que por la mayor energía el gas se convierte en plasma – «cuarto estado de la materia».
ACTIVACIÓN POR PLASMA
Siempre y cuando los componentes tienen que ser revestidos, lacados o pegados en varios pasos, la activación de los materiales es imprescindible. Muchos materiales no tienen la tensión superficial suficiente, la cual es necesaria, por ejemplo, para la impresión con pinturas a base de agua, la adhesión permanente con adhesivos libres o la producción de materiales compuestos. La activación por plasma asegura una modificación eficiente de las superficies de plástico, metal, tejidos, vidrio, materiales reciclados o compuestos. A través de activación con plasma, la energía superficial se genera precisamente allí donde se necesita. El resultado es una notablemente mejor humectación de la superficie. La activación de superficies con plasma es muy eficaz especialmente para el tratamiento de superficies apolares como por ejemplo plásticos compuestos por largas cadenas de polímeros. Estas superficies apolares son muy difíciles para adherir una a otra o revestir. A través de la modificación específica de la tensión superficial mediante energía de plasma, se facilita el tratamiento posterior y, por ejemplo, en el proceso de adhesión se pueden crear nuevos materiales compuestos.